Internet empezó siendo una herramienta muy útil para intercambiar información en tiempo real.
Para las generaciones análogas cambio la forma en como se comunican, trabajan, socializan e incluso compran. Sin embargo, para los nativos digitales al normalizar estas herramientas dio como resultado que pocas cosas los maraville. Ante tal concepto ¿Se imagina cuan difícil es ahora el trabajo de las empresas para reinventarse comunicar algo?
Nunca faltará una persona que sugerirá utilizar las herramientas del marketing digital para prospectar millones de leads y llenar base de datos para luego vender el producto o servicio que ofrecemos al mercado. Sin embargo, ¿Cuantos de nuestros competidores realizan esta estrategia? ¿Conviene hacer benchmarking?
De acuerdo a Porter, la ventaja competitiva tiene como objetivo la diferenciación. Entonces surge la duda existencial ¿Algo nuevo dentro de lo que ya esta creado? ¿Qué hacen las agencias de marketing que manejan cuentas de marcas que recordamos? Pues, llegaron a identificar el insight de su público objetivo. Esta verdad oculta dentro de la caja negra del consumidor permite comprenderlo más allá de los comportamientos que muestra de manera externa.Por ello, en el siguiente artículo hablaremos de un anglicanismo llamado »hype». Por definición, hype puede ser la acción de ansia ante un acontecimiento importante. Este método se ha utilizado para crear especulación en los clientes potenciales y así logar que ellos hablen de nosotros a modo de relato.
Caso de éxito
Un claro ejemplo de estas campañas es cada vez que una empresa fabricante de móviles lanza un nuevo producto al mercado. Meses previos al lanzamiento los »prosumers» especulan sobre las posibles características técnicas que tendrá el dispositivo, agendan el evento para verlo de manera presencial o virtual desde donde esten. Posteriormente al anuncio del lanzamiento se crean millones de videos o artículos hablando de las ventajas y desventajas. Para luego, hacer largas colas y comprarlo.