¿Qué entendemos por Marketing Digital?
Es una rama del marketing digital que consiste en la utilización de medios digitales y herramientas tecnológicas que tienen como objetivo desarrollar relaciones estrechas y personalizadas ayudando así a obtener la reacción esperada del consumidor. El marketing digital se encuentra presente principalmente en el Internet, aunque existe una tendencia creciente para aplicarlo en telefonía, televisión, música y videojuegos.
La denominada «Era del Internet» le ha proporcionado al consumidor un poder sin precedentes, pudiendo ahora tener acceso a información inmediata sobre productos o servicios como reseñas de usuarios, lugares de compra, precios e incluso la posibilidad hacer pedidos para recibir el bien en la puerta de tu hogar, bajo ese contexto, todas las técnicas del marketing convencional son imitadas o traducidas al mundo digital para así no quedarse atrás y evitar que los competidores lleguen de manera más eficiente y efectiva al público objetivo.
No podemos cerrar el concepto de marketing digital sin antes mencionar la Web 2.0, denominada así como la evolución de la Web 1.0 en la que la información estaba sometida a una dirección lineal, por decirlo así, «el autor» escribía un foro y los usuarios solo tenían la capacidad de leerlo, sin tener una comunicación multidireccional. Por el contrario, la Web 2.0 se refiere al nacimiento de la interconexión entre usuarios y «autor», construyendo un medio ambiente más dinámico.
¿Para qué nos sirve el Marketing Digital?
La implementación de estrategias de marketing digital puede, entre uno de sus objetivos principales, ayudar a posicionar una marca en la mente del consumidor, ya que se cuenta con un portafolio mucho más amplio de alternativas para llegar al consumidor en comparación a los medios y herramientas limitadas con las que se contaba antes de la proliferación del Internet, también conocida como edad de piedra.
Otro de los beneficios del Marketing Digital, basado en el concepto de Web 2.0, es el de construcción de marcas con participación activa del consumidor. Un gran ejemplo de ésta es Harley Davidson, considerada en la actualidad como lovemark y en la cual sus consumidores participan activamente en las decisiones de la marca, fortaleciendo su preferencia por esta en una cadena retroactiva.