Serie española estrenada en el 2017, cuenta la historia del atraco a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre- Madrid. La trama central es sencilla pero potente: el «Profesor» reúne a un grupo de rankeados ladrones con la finalidad de asaltar la fábrica, quedarse cinco días mientras hacen su propio dinero y escapar por un túnel que ellos mismos crearon. Sin embargo, las condiciones dentro de la fábrica se intensifican día tras día. Acción y drama son los componentes constantes que envuelven toda la serie.
¿Quiénes son los buenos y los malos? El desarrollo de la serie se torna interesante capítulo a capítulo, enrrollandose en una problemática que deja al descubierto el doble trasfondo del juego de los policías y ladrones. «El Profesor» es el personaje que representa la astucia y la cordura. Aveces sereno y noble, pero otras oscuro, capaz de cometer atroces pecados con tal de ver realizado su plan maestro. Cabe resaltar que el concepto del atraco no es originariamente suya. En uno de los capítulos «El Profesor» nos narra cómo su padre ideo este plan pero fue asesinado al intentarlo. En honor a ello, Sergio Marquina(El profesor) junto con su hermano Andrés (Berlín) encaminaron el robo hacia su ejecución. Por otro lado, se encuentra Tokio, convicta, traficante, con cuentas que saldar con su madre y la ley. Asimismo, está Río, el más joven; experto en programación e informática. Denver y Moscú, hijo y padre, encargados de la construcción del túnel. Nairobi, ex-convicta y con problemas familiares; encargada de la fabricación de billetes y, por último, se presentan los casi hermanos «Helsinsky» y «Oslo»; dos expertos soldados homosexuales. Mientras tanto, en el exterior, los encargados de solucionar el asalto son la inspectora Raquel y Ángel. De esta manera, entre estos personajes, girará el argumento temático. La serie está concatenado con flashback repetitivos, en el que se exponen los preparativos del atraco. Esto, considero, es lo que vuelve atrayente la serie, puesto que produce un suspenso cautivador el cual incita a seguir viendo los capítulos posteriores. Por esto, cada hecho que se realiza en pleno asalto tiene un correlato con su proceso de elaboración. Los problemas personales que se narran en los capítulos es una temática longitudinal. Deja al descubierto la vanidad, el egoísmo, la lujuria, etc; todo ello como pecados del hombre que cada personaje tiene en secreto pero que con el desenvolvimiento de la serie se destapan. No obstante, el amor como herramienta para arruinarlo todo, pero también como maquina irresoluta de problemas; es una temática explotada hasta el cansancio en la serie. El cliché del final Mientras que la trama de desarrolla, algunos de los personajes mueren. El primero en caer fue «Oslo», una tragedia. Pero el tope de la fatalidad se consuma con el fallecimiento de Moscú. Escena de gran intensidad que lindaba con la sobreactuación pero, gracias a la genialidad de los actores, no fue así. Por otro lado, la escena final del sacrificio de Berlín (Andrés), consagrado como mi personaje preferido de toda la serie, es una representación de la valentía del hombre para lograr sus objetivos, sean correctos o no. El plan se realizó como se esperaba. Más de mill millones de euros sacados de la fábrica sin ninguna víctima de los secuestrados o de los policías. La escena final en el que se encuentran «El Profesor» y Raquel es, a mi parecer, una resolución forzada. Una analepsis que, considero, linda con el realismo mágico que no cuadra con una serie de suspenso, acción y drama. No obstante, la serie no deja de ser una obra de arte española que sigue cautivando a miles de personas en todo el mundo.